jueves, 16 de julio de 2009

Nada

La única forma de notar su presencia era mirándose al espejo. El resto del tiempo, simplemente era invisible. Nada tenia que ver su estilo andrajoso y al borde del desperdicio, mas bien era su forma de andar, sin semáforos ni tarjetas, nunca supo lo que era un pokemón y menos el ser racista… sí, por muy miserable que fuera, uno de sus mejores amigos era el quiltro de la Estación Central. Café con manchas blancas, el perro le recordaba la ropa desteñida que vendían en santa lucia, al parecer, por alguna extraña razón, le causaba alegría. También gustaba ver su pata trasera rozando el estomago cada vez que le tocaba el cuello, lo hacia feliz. Nunca tuvo rutina, ni cambiaba la hora en primavera ni se sacaba la chaleco en verano, siempre supo vivir, sabía que si respiraba no era porque tenia ganas, su existencia era innata, casi sin querer.

Un día, decidió volver a casa. Aún estaba el closet antiguo y las bancas polvorientas. Sacó una camisa, el pantalón, la corbata y el sombrero. En el patio, las palomas conversaban dentro de la pileta seca, en el pasillo aun colgaba la lista de donaciones que de un momento a otro dejó de existir.

De pronto, el quiltro lo vio venir. Movió las orejas, algo no andaba bien.

Disculpe señor, me podría decir la hora?

Las cuatro y cuarto, respondió

El perro fue el único que aun reconocía su olor. Un verdadero amigo, pensó y caminaron juntos a la vitrina del negocio, no podía creer, o era un estupido por decir la única hora que se le ocurrió o la corbata tenia el poder de transformarlo, de un hombre sucio que no tiene nada a un miserable bien vestido.

sábado, 23 de mayo de 2009




viernes, 22 de mayo de 2009


descanso en la mezcla de colores deformados que respiran fuera
y a la vez dentro de mi.
cual es la tecnica?
saber quien eres y que sientes
cual es la tendencia?
un óleo muerto que respire y sangre a la vez